A partir del avance vertiginoso
que se da en el siglo veinte de los medios sobre la sociedad, comienza el
estudio de los mismos en profundidad con el desarrollo de las ciencias de la
comunicación. Estas nuevas escuelas no analizaran solo cómo funcionan los
medios, sino también el rol que tendrán en la sociedad y cuanto influirán sobre
las personas. Justamente, por su capacidad de modificar las conductas e ideas de
la opinión pública a la que están destinados, se crearan entidades, los Observatoriosde Medios, que permitirán “monitoriar” la actividad llevada a cabo por las diversas fuentes informativas.
El “monitoreo” es la actividad de
estudiar los medios de comunicación y sus actitudes ante una determinada
información en un período de tiempo limitado. Se pueden hacer dos tipos de monitoreo:
cuantificando las publicaciones sobre un tema o analizando su contenido; -el
segundo caso es una práctica más complicada y costosa, que toma fuerza en los
últimos años porque ya existen empresas especializadas en esta tarea-.
La Organización de NacionesUnidas (ONU) entre sus doctrinas y teorías de última generación abala como derecho
individual y colectivo, que debe ser amparado por los órdenes constitucionales,
el derecho de los ciudadanos de estar informados e informar. Queda presumido en
estas fuentes positivas el “equilibrio informativo”. La realidad dista de ese
concepto ideal, pues con una apropiación
privada y concentrada de los medios del sistema, se han utilizado estos
portavoces activos en propósito de los intereses de grandes corporaciones y de
los grupos dominantes, concluyendo este ciclo conflictivo fetichista
presentando la información como verdades de valor universal.
La necesidad de generar, también desde
los medios, una voz crítica, que finalice la capacidad moldear a gusto las
conciencias colectivas de los grandes grupos de poder fue el camino que
desemboco en los observatorios de medios sobre los que hemos estado
desarrollando. El Observatorio se constituye como una propuesta plural de
pensamiento crítico y debate desde donde visibilizar las diversas lecturas de
la realidad que quedan ocultas por el discurso dominante.
El anclaje común de los
diferentes Observatorios fueron las premisas del informe Mc Bride de la UNESCO(1980), "Un solo mundo, voces múltiples", y más tarde las de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información
(Ginebra, 2003 – Túnez, 2005).
"Hay que crear un ‘quinto poder’.
(…) Que nos permita oponer una fuerza cívica ciudadana a la nueva coalición
dominante. (…)Cuya función será la de denunciar el superpoder de los medios, de
los grandes grupos mediáticos, cómplices y difusores de la globalización
liberal. Estos medios que, en ciertas circunstancias, no solamente han cesado
de defender a los ciudadanos sino que a veces actúan contra el pueblo en su
conjunto”, explicaba el director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet, al
lanzar el Observatorio Global de los Medios (Media Watch Global).
En nuestro país podemos encontrar
como ejemplo de este fenómeno el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), -un
grupo de periodistas que decidieron crear este grupo de “diálogo” alternativo
porque consideran que la calidad del periodismo ocupa un papel fundamental en
la democracia- y la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA).
También hay bastos ejemplos desde formaciones universitarias como la Facultadde Ciencias Políticas y Sociales de Cuyo, la Universidad de Ciencias Socialesde Lomas de Zamora, la Universidad de Periodismo y Comunicación Social de LaPlata y la Facultad Nacional de Córdoba entre otros.
La creación de estos
Observatorios de Medios es sumamente importante para tener un contacto
informacional lo más cercano a la
realidad posible y recién luego, y por la voluntad del individuo, adquirir una
postura. No debemos permitirnos ser herramientas de intereses corporativos impuestos
por los medios de las clases dominantes, sino que tenemos que usar como
herramientas los medios masivos para la opinión pública para defender los
intereses de la mayoría.
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